Tras los barrotes de varios centros penitenciarios de Brasil hay muchos menores de edad. Esta película sigue niños y niñas que cuentan la forma en que siguen soñando y las aspiraciones que siguen vivas a pesar de estar encerrados. Los niños construyen máscaras de pájaros que cubren su cara para contar abiertamente su historia, pero esto propone a la vez una metáfora sobre sus anhelos de libertad, que vuelan más allá de la cárcel.