Raymond Despiau, nacido el 20 de enero de 1935 en Bagnères-de-Bigorre, fallecido el 6 de octubre de 2013 en Collegats, La Pobla de Segur (Lérida, España), fue un pirineista y montañero francés.
Raymond Despiau es reconocido como uno de los grandes escaladores de mediados del siglo XX. Durante sus estudios en París, en 1956, practica escalada en Fontainebleau. Al año siguiente, afrontó las altas montañas de los Alpes y participó en importantes carreras como las Aiguilles d'Argentière. En 1959 regresa a Bagnères-de-Bigorre y trabaja como técnico en el Pic du Midi de Bigorre. Fue uno de los primeros en practicar la escalada artificial en los Pirineos, a menudo con medios improvisados y logró muchas primicias; De 1963 a 1967, equipó la vía Ansabère spigolo. En 1964, con Jean-Louis Ferrané, abrió la ruta suroeste del pequeño pico de Ansabère, entre...
Ha realizado ascensiones de primer nivel en los Alpes (cara norte del Eiger, pilar Bonatti de los Drus, directo desde la Cima Canali en los Dolomitas), pero también en el Cáucaso y el Hoggar.
En 1978, formará parte de la expedición al Everest encabezada por Pierre Mazeaud, quien, acompañado de un puñado de experimentados montañeros, decide emprender la ascensión al techo más alto del mundo, hazaña que han logrado varias naciones, excepto Francia. Obsesionado con esta búsqueda, el francés se llevará consigo a un pirenaico: el Bagnérais Raymond Despiau, entonces de 43 años. El Bigourdan tiene una gran carta de presentación: la cara norte del Eiger, el pilar Bonatti en Les Drus, la Cima Canali directa en los Dolomitas... Ascensiones realizadas tanto en invierno como en verano, "demostrando su fuerza de carácter", subraya Pierre Mazeaud en su libro Everest 78.
Ingeniero en el Pic du Midi
Como era de esperar, como verdadero amante de la montaña, Raymond Despiau trabaja como ingeniero en el observatorio del Pic du Midi. “Para verlo, parece una roca”, describe el líder de la expedición. Con una calma imperturbable, el Bagnérais se presenta como un “hombre equilibrado”, “taciturno”, enamorado de la música clásica. Como prueba, Pierre Mazeaud entrega en su relato haber escuchado a Bach oa Mozart a más de 5.000 metros sobre el nivel del mar. Un programa firmado por Raymond Despiau, en el campamento base del Everest, justo antes de luchar con la cascada de hielo del Khumbu.
66 días de expedición, veinte sherpas, periodistas presentes en el lugar para transmitir la hazaña: este Everest 78 marcó a toda una generación. La expedición llegará hasta el final, el 15 de octubre, con sólo tres franceses: Pierre Mazeaud, Jean Afanassieff, Nicolas Jaeger y el camarógrafo austriaco Kurt Diemberger. Raymond Despiau, como otros, prefirió desistir y esperar a que volviera el cuarteto. “Una fuerza de la naturaleza, sin embargo, este pirenaico con muchas primicias, empapado de grandes cualidades y sobre todo un hombre de entrega, escribe Pierre Mazeaud. A menudo solitario, es quizás de quien menos sabemos, pero qué enriquecedora fue su conversación.
En 2013, mientras escalaba en La Collegats (España), Raymond Despiau sufrió un infarto mientras practicaba su pasión. Tenía 78 años. 78: como el año en que empezó a escalar el Everest.